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¿Cómo actuar para que vaya más contento al cole?

noreply • sept 04, 2015
Vamos a comentar brevemente en que consiste el periodo de adaptación para que también os sirva de reflexión y ayuda para resolver las dudas que podáis tener sobre este periodo o de algún modo superar la angustia, si la hubiera, que os puede suponer dejar al niño en la Escuela Infantil.
Sabemos que el ingreso en la escuela infantil supone un cambio muy importante para el niño, “normalmente” es la primera vez que se separa de su familia, sale de su hogar para pasar a un espacio totalmente desconocido, con adultos desconocidos y con otros niños.
Las familias también sufrís una adaptación, ya que suele ser la primera vez os separáis de vuestro hijo. Y lo mismo sucede con las educadoras , que también tienen que adaptarse, cada niño es diferente, hay que conocerle, saber sus gustos y preferencias, y conseguir que disfrute y sea feliz en los primeros momentos, y luego, durante el curso.
La entrada del niño en la escuela infantil supone para él un importante cambio: Implica la salida del entorno familiar donde el niño ocupa un papel determinado, con una forma determinada de comunicarse y con un espacio que conoce, que le da seguridad y protección, y todo esto va a modificarse: su mundo de relaciones va a ampliarse al salir del círculo estrecho familiar, nuevos adultos y nuevos niños, y va a entrar en contacto con un nuevo espacio: la escuela.
Este será paso muy importante en la vida del niño, y aunque en algunos casos al principio la separación le resultará dolorosa, el niño lo irá asimilando, y gracias a esta separación se incrementará su autonomía personal y su grado de socialización. Además de ser un paso necesario para aprender que los cambios no tienen por qué ser malos.
El niño experimenta cambios en las áreas de: higiene, alimentación, sueño, rutinas, las rutinas que se establecen en la Escuela Infantil , les ayudan en su organización del tiempo y la actividad, a relacionarse con sus iguales, con los adultos y en la organización del espacio y objetos.
Es posible que durante este periodo puedan aparecer en el niño conductas de rechazo:
·          Hay niños que desde el punto de vista somático pueden tener alteraciones de sueño, de alimentación, vómitos…
·          Algunos sienten ansiedad ante la separación y pueden sentir abandono, miedo, surgen los celos de los otros hermanos, o pueden tener comportamientos agresivos.
·          Desde el punto de vista afectivo y social se observa:
o     Niños que lloran: es la manifestación más generalizada.
o     Niños que no lloran y participan en la escuela de forma resignada porque la actividad les resulta novedosa, pero en el hogar manifiestan conductas negativas.
o     Niños que lloran y se niegan a ser atendidos por extraños.
o     Niños que se mantienen aislados, no participan, no se relacionan, permanecen sin moverse.
o     Niños que se aferran fuertemente a algún objeto que traen de casa, participan pero con el objeto en la mano.
Debemos saber que estas son manifestaciones normales de este periodo y que si lo entendemos de una forma natural estaremos ayudando al niño en la resolución de este proceso que es el periodo de adaptación.
Para todo ello va a necesitar que le ofrezcamos una gran comprensión y ayuda, ayuda que no consiste en evitar sus sentimientos y conflictos, sino en entenderlos. Y que comprendáis que cada niño tiene un ritmo de adaptación personal que hay que respetar.
Cuando hablamos de la separación mutua de niño-familia, entendemos que no sólo se adapta el niño, sino que los padres van a tener que adaptarse también.
Los padres tendréis una gran influencia en sus temores, sus expectativas, su ansiedad,... todo lo que vosotros sintáis: La inseguridad, la culpabilidad por la separación, el temor ante el cuidado que vaya a recibir el niño, todo eso son sentimientos habituales en los padres, pero debéis cuidar al máximo vuestras manifestaciones externas, para no trasmitir al niño inseguridad.
Consejos para padres
De forma que, algunos consejos que podemos daros son:
·          Lo que hemos comentado, recordaos que vuestra actitud es muy importante. Es necesario no actuar con inseguridad, duda o culpabilidad.
·          Durante el periodo de adaptación, en la medida de vuestras posibilidades es conveniente que intentéis llevarle y buscarle vosotros, eso le dará seguridad y se acostumbrará antes al cambio.
·          Debemos evitar el chantaje afectivo de “no llores que mamá se va triste”, o la mentira “no llores que mamá viene ahora”.
·          Cuando sea la hora de marchar es mejor no alargar la situación: decir adiós con seguridad y alegría. Es importante que no piense que la marcha de los padres es opcional o que si protesta con fuerza impedirá la partida.
·          No prolongar las despedidas en exceso. Hay que trasmitir al niño que lo que estáis haciendo es lo mejor para él.
·          Dejaremos que el niño lleve, si así lo desea, su juguete favorito, algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar.
·          No es un buen momento para introducir más cambios en la vida del niño (quitar pañales, cambio de habitación...) Será conveniente esperar a que supere el proceso de adaptación.
·          Evitar al recogerle frases como “ay, pobrecito, que le hemos dejado solito”, “¿qué te han hecho?”
·          Puede que el niño, en el reencuentro con los padres llore o muestre indiferencia, estas son algunas manifestaciones que no deben angustiarnos, a veces el niño también experimenta sentimientos ambivalentes, contradictorios, al mismo tiempo siente la separación con la educadora y el deseo de ir con sus padres.
·          Es posible que surjan pequeñas dificultades, no os alarméis, solo está adaptándose a un ritmo diferente.
·          Ese pequeño desequilibrio del inicio del curso debe contemplarse desde una actitud serena de normalidad.


Para ampliar información sobre el Periodo de Adaptación:
http://www.stimulos.es/archivos_subidos/periododeadaptacion.pdf
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Desarrollo emocionalLas primeras experiencias afectivas influirán en gran medida en el posterior desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños/as. El desarrollo de las emociones en los seres humanos empieza incluso antes de su nacimiento, y sólo puede darse cuando existe interacción con los demás, especialmente con los principales cuidadores. Los padres son los encargados de establecer unos vínculos que permitan satisfacer las necesidades de sus hijos/as. En base a sus primeras relaciones sociales, los niños/as aprenderán a regular sus propias emociones. Si el vínculo establecido es adecuado, será posible reconocer los estados emocionales de los niños/as, y por tanto, responder con mayor eficacia a sus necesidades socio-afectivas. Tenemos que ser conscientes de que, como en todo, los padres son un modelo a imitar en la expresión de los sentimientos y las emociones.Su estado emocionalDe 0 a 6 mesesMuy relacionado con señales internas como el hambre o el sueño. De 6 a 12 mesesAdemás de sus propios estados, empieza a influir las señales afectivas de su entorno. De 1 a 2 añosSurgen los sentimientos de curiosidad, seguridad, el negativismo y el miedo, entre otros. A partir de los 3 añosPasa de un estado emocional más variable a uno más estable. Progresivamente le afectan menos sus propios estados y se deja influir más por los sentimientos de los demás.Autora: Yasmina Giner Iglesies- Psicóloga en STIMULOS Atención Educativa.
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